Si hubiese un Dios le pediría
que arrancase de mí los sentimientos.Fuera el amor, el odio,
la impotencia y la decepción,
el temor y la angustia.
¿Dónde puedo comprar un corazón de piedra?
Estoy en la almoneda de la incertidumbre
al borde del abismo,
en la mesa de juego
apostando a caballo perdedor.
Y de repente todo explota,
el casino está en llamas y el trato sin cerrar.
Sobrevivo y escapo.
Desde el fuego Caronte me saluda,
yo le miro y me río a carcajadas,
totalmente embriagada por la vida.
Quiero quedarme aquí, conmigo.
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