Voy a muchos sitios cada día
y todos son cárceles,
porque el edificio viene conmigo.
Soy una paloma cansada
de llevar mensajes en blanco
a tantos destinatarios invidentes
en tantos bulevares destruidos.
Tampoco yo quiero mirarme,
no vaya a ser que no me reconozca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario