jueves, 27 de diciembre de 2012

Paradojas vitales


He conocido a suicidas
que se murieron de viejos
y a grandes vividores
que se los llevó la enfermedad.

He visto personas terminales
disfrutar a tope cada minuto
y a otros, aparentemente felices
tentar a la muerte varias veces.

He visto gente masacrada por guerras,
huracanes, terremotos,
gente que todo lo ha perdido
-hijos, padres, hermanos, casa, futuro-
y tiraron para adelante,
y he visto gentes que se matan
por no tener una talla 36
para ponerse un modelo de Armani.

Cada uno sabe lo que tiene en su mente
y no es cosa de juzgar el sufrimiento de los otros.

Pero yo sé que no hay ser humano sobre la tierra
que no haya querido morir alguna vez,
lo jodido es que vida no hay más que una
-porque si hubiera varias-
todos nos habríamos suicidado.

No es que no nos guste la película,
no nos gusta la escena en la que estamos ahora.

El final del film es la muerte,
inevitable,
aunque parte del guión lo escribamos nosotros.

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