Llámale color a la forma en que pintas la mañana, totalmente desapercibido, sin pinceles ni lienzo.
Mientras me cabe el infinito cuando me buscas con los ojos de no mirarme y las manos que no me tocan, va pasando la vida, y voy de cuando en cuando al rincón de las marionetas, por si has regresado.
No puedo comerme todos los minutos de la ausencia, aunque todo pase sin contar conmigo.
Mientras me cabe el infinito cuando me buscas con los ojos de no mirarme y las manos que no me tocan, va pasando la vida, y voy de cuando en cuando al rincón de las marionetas, por si has regresado.
No puedo comerme todos los minutos de la ausencia, aunque todo pase sin contar conmigo.
hermoso texto, Arantza, me ha encantado. Gracias por compartirlo.
ResponderEliminarHola Noris. Me alegra mucho que te haya gustado este texto. Un beso.
ResponderEliminarEl rincón de las marionetas...Muy hermoso, de principio a fin.
ResponderEliminarYa he empezado a leerte en tu barca varada, ese otro pequeño rincón, y me gustan tus palabras punzantes y conmovedoras a la vez.
Un gran beso, el texto es simplemente precioso.
Hola Madame. Me alegra que te guste. Un saludo.
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