también abre una ventana
y algo nuevo y bonito
me está naciendo en el alma.
Por su marco escapa el miedo
y se instaura la esperanza
en la casa silenciosa,
en la casa sosegada.
Ya puedo sentir el viento
ya puedo soltar amarras
ya puedo empujar con fuerza
la triste Barca Varada.
Voy a poner en el mástil
una bandera pirata
para robarle a la vida
de cada instante, su magia.
Da igual lo que me depare,
no le tengo miedo a nada.
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