Abro los ojos y veo
un hacha en el horizonte
desgastando la madera
del futuro de mi nombre.
Es poco lo que diviso
más allá de mis barrotes,
el presente roba el tiempo
destinado a predicciones.
Contenta si pasa un día
con las justas desazones
porque últimamente voy
de susto a disgusto al trote.
La paz ha muerto en mi casa
y es el miedo quien responde
cada vez que suena el timbre
y en la puerta está Caronte.
un hacha en el horizonte
desgastando la madera
del futuro de mi nombre.
Es poco lo que diviso
más allá de mis barrotes,
el presente roba el tiempo
destinado a predicciones.
Contenta si pasa un día
con las justas desazones
porque últimamente voy
de susto a disgusto al trote.
La paz ha muerto en mi casa
y es el miedo quien responde
cada vez que suena el timbre
y en la puerta está Caronte.
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